De todos es conocido el gran poder que ejercen los medios de comunicación para
influir en la percepción de la realidad de toda la sociedad, en su forma de ver e
interpretar el mundo que nos rodea.
Por esto es importante analizar la imagen que los medios transmiten de la salud
mental y en particular de las personas afectadas por un trastorno mental.
Aunque la mejora en el trato recibido por la salud mental en los últimos años es
reconocida, se sigue transmitiendo de forma sutil y algunas veces explícita, una
imagen errónea y negativa de la enfermedad mental, que sin duda no es un buen
reflejo de la realidad, ayuda a perpetuar estereotipos, prejuicios y falsas creencias, y
que perjudica de manera directa a los derechos de las personas con problemas de
salud mental y a su entorno.
Veamos algunos ejemplos:
PERPETUACIÓN DE PREJUICIOS Y CONCEPCIONES ERRÓNEAS
Ejemplo:
Más de 800.000 españoles sufren trastorno mental
(titular). Los familiares de
enfermos piden a Sanidad un Plan de Salud Mental y hablan de ‘estigma’ social
(subtitular).
Un ejército de 800.000 personas deambula por el país viviendo dos vidas, la
real y la imaginaria. No son dueños de su razón y sufren de más. Hoy son los enfermos
mentales, los locos de antes. (...) 25.000 familias de gente con problemas, a veces
incapacitantes para la vida moderna. (...) Unos 300.000 españoles sufren esta psicosis sin
cura, condenada a la medicación de por vida y con una sentencia de muerte social. (...
Sin duda, una noticia como ésta no contribuye en absoluto a normalizar la imagen
de la enfermedad mental ante la sociedad, sino que está reproduciendo exactamente
los tópicos que deben romperse por ser absolutamente erróneos y falsos.
Como ésta, en otras noticias parece que el periodista no se haya documentado ni
haya recurrido a distintas fuentes de información como seguramente haría con
cualquier otra temática, y se ha limitado a reproducir los falsos tópicos de la
sociedad, reforzando de esta manera una visión estigmatizadora de la enfermedad
mental.
En el tratamiento del fenómeno del Abuso Sexual Infantil (ASI) es frecuente toparse con muchos de eso no se habla, expresados en forma de secretos, ocultamientos, callamientos, hacer borrón y cuenta nueva, aquí no pasó nada, no te metas, etc. Intentaré articular un poco del mundo “psi” con algo del ámbito de lo jurídico, para así abordar algunos de estos aspectos de lo siniestro cuyas condiciones son siempre la soledad, la oscuridad y el silencio vinculados a la angustia traumática que padece el menor agredido en su sexualidad
ResponderEliminar